Se despertó rodeada de oscuridad,silencio,tranquilidad...no fue como todos los días,como cuando su hermano o su madre la despertaban a gritos porque tenía que ir ya a comer.Ella se desperezo con calma,se levantó y lo primero que hizo fue abrir la persiana,revisar el móvil,puesto que últimamente siempre que se despertaba ya había algún sms mañanero de su mejor amiga,pero no,ese día no tenía mensajes.Dejó el móvil sobre la mesa y sonrió.Fue a la cocina,tranquilamente,donde se sirvió un vaso de zumo,y volvió a su habitación,disfrutando de aquella inusual tranquilidad que tan bien le sentaba siempre.
Se sentó sobre la cama,miró a su alrededor,su habitación desordenada,como siempre,pero a ella le gustaba así,y no entendía porque su madre se empeñaba en que la cambiara,luego no encontraría las cosas.Su mirada recorrió la habitación un par de veces,y con una sonrisa en la cara se levantó y cogió lo que mas le gustaba de todo aquel desorden,su guitarra,la vieja guitarra,probablemente de su padreo su madrina,que alguien un día guardó en el trastero y ahora le pertenecía a ella.El día anterior le había quitado sus viejas cuerdas,la había limpiado y ahora relucía la madera vieja.Buscó las cuerdas nuevas en la funda,y una vez encontradas se dispuso a colocarlas en la guitarra,con calma,sin prisa.Se puso los cascos y encendió el iPod,canturreando mientras colocaba una a una las cuerdas de la guitarra.
En cuanto acabó se quito los cascos,y tras afinar la guitarra,comenzó a tocar los pocos acordes que sabía al azar,y trató de tocar un par de canciones que había intentado aprender,no sonaba bien,pero estaba mejor que la última vez,y eso le gustaba.Sin borrar su sonrisa de la cara estuvo tocando una hora,hasta que el sonido del telefonillo la sacó de su tranquilidad.Se levantó a regañadientes,seguramente el idiota de su hermano había vuelto a olvidarse las llaves,pero para su sorpresa,no era el idiota de su hermano el que saludaba sonriente en el telefonillo,era él,la última persona que hubiera esperado ese día en su portal,y ella seguía en pijama...Negó con la cabeza,riéndose de ella misma,y se apresuró a cambiarse a toda prisa,poniéndose lo primero que encontró.Echó un último vistazo a su habitación,sin duda estaba desordenada,quizá demasiado,se mordió el labio,dudando,pero finalmente decidió no darle importancia y corrió a abrirle la puerta.
El entró y una vez que ella cerró la puerta tras su espalda,la abrazó sonriente,y la pequeña Amy le devolvió el abrazo sin problemas,luego preguntó con curiosidad:
-Que haces aquí?Me sorprende que hayas decidido venir,y todavía más que no me avisaras o algo...
-Estaba en casa,no tenía nada que hacer y no se porque se me pasó por la cabeza venir a verte,me acordé de la promesa de que quedaríamos en vacaciones,y bueno...en cierto modo,la he cumplido,no?-comentó entre risas.
-Bueno...supongo que sí,en cierto modo podríamos decir que estás cumpliendo-le sonrió-bueno...yo estaba con la guitarra,si quieres recojo y nos vamos.
-No te preocupes,no hay prisa.-sonrió,dulce,encantador,como siempre-estás con la guitarra?ya has aprendido algo más?enséñame lo que sabes.
-No,realmente no me sale nada,no sé tocar nada,no he conseguido tanta rápidez aún como para poder decir que me sale bien-rió.El,ignorando sus excusas,entró en la habitación,cogió la guitarra y se la puso en las manos-toca,sé que algo sabes hacer.
Se encogíó de hombros,y comenzó a tocar acordes sin sentido,luego intentó la primera canción que intentara aprender,la que el le había recomendado,pero como tampoco le salía bien,dejó la guitarra sobre la cama-Lo ves?-se quejó-todavía no me sale bien.
El cogió la guitarra entre risas y comenzó a tocar,un par de sus tantas canciones que siempre tocaba,que a Amy le encantaban,y se había aprendido más de una de escuchárselas a él.Cantaron juntos mientras el tocaba,y la tranquilidad de la casa seguía resultando confortante para Amy.El dejó de tocar, dejó la guitarra sobre la cama.
-Mejor la guardo,o no saldremos nunca-bromeó la pequeña Amy.El se dedico a asentir,mientras Amy cogía la guitarra y la guardaba en su funda,para dejarla de nuevo en su esquina.Recogió su iPod,aun encima de la cama,lista para irse,pero el la agarró del brazo.
-Por que tanta prisa?tenemos todo el día,y si además ahora no hay nadie...-sonrió pícaro,y Amy se mordió el labio,"de verdad esto esta pasando??"pensó.El tiró ligeramente de la muñeca de la muchacha,haciéndola caer sobre la cama.Se miraron,sonrieron,el llevó sus manos hasta la cintura de Amy,acercándola a él,y ella se dejaba llevar,había soñado tantas veces ese momento...
Y entonces,volvió a sonar el telefonillo,Amy dio un brinco y fue a abrir deseando que hubiera sido alguien que se equivocara de piso,pero no,esta vez si era el idiota de su hermano,siempre olvidándose las llaves.Se dió la vuelta para volver a su habitación,pero el ya estaba allí de pie,pero no con su habitual sonrisa.
-Lo siento Amy,no tenía que haber venido,me voy-Se despidió con un rápido beso en la mejilla,sin darle tiempo a reaccionar y se marchó antes de que Amy pudiera decir nada.
-Mierda!-gruñó.Abrió la puerta a su hermano y volvió resignada a su habitación,cogió el iPod y se dejó caer sobre la cama,demasiadas cosas acababan de suceder en lo que en principio había sido una mañana perfecta y tranquila,había estado a punto de conseguir lo que tanto había deseado siempre...y lo había perdido.
{Se me ha dado por escribir este pequeño relato sin más,no se si lo continuaré,todo depende de mi inspiración,en el fondo,con todo me identifico.}
