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Cuando veas una estrella fugaz guárdala en tu corazón es el alma de aquel que consiguió dar a los suyos su amor.
Cuando oigas aun niño preguntar porque el sol viene y se va,dile porque en esta vida no hay luz sin oscuridad.

lunes, 8 de septiembre de 2014

#Fear.

Ella siempre había sido una chica normal, nunca había destacado en nada y tampoco es que su autoestima le ayudara.
Sin embargo, por suerte para ella, su círculo de amistades cambió casi por completo, empezó a sentirse mucho más a gusto con la gente con la que ahora compartía su tiempo desde las clases hasta las borracheras. Fue allí, entre esa gente, donde su vida comenzó a cambiar para bien.
Era feliz, y parecía que por fin su manera de ser y su estilo le gustaba a la gente, había encontrado a su gente, un lugar al que pertenecer.
Pasaban los años y su autoestima mejoraba notablemente, pues comenzaba a ser el objetivo de muchas miradas, y eso le encantaba, pues siempre había querido tener algo así.

Lo disfrutó todo lo que pudo, sin embargo, cuanto más pasaba el tiempo, más le costaba pensar que alguien se interesara realmente en ella. Todo lo que veía eran noches de pasión donde sentirse querida durante el tiempo que aquello durase, sin ambargo cada día resultaba más difícil encontrar a alguien que no solo quisiera pasar una noche maravillosa con ella.
Que irónico resultaba todo al fin y al cabo. Siempre había querido algo que luego no iba a hacer nada más que traerle problemas.

Ella pensó que había encontrado a alguien que quería pasar cada momento a su lado, no solo esa noche de fin de semana de desfase. Y se dejó llevar, se dejó querer, y le quiso, le quiso como hacía tiempo que no había querido a nadie, confió de pleno en el...y ella acabo siendo su juguete sexual engañada durante mucho tiempo. Decía quererla y sin embargo no le costó decirle que no podían seguir viéndose, que ella le quería demasiado y el no quería hacerle daño. En ese momento ella se derrumbó por completo, ya era un poco tarde para pensar en no hacerle daño cuando toda su vida era él. Lloró. Lloraba cada noche sintiéndose la persona más estúpida del planeta. Había vivido unos meses increíbles con un feeling tan real, que no podía creerse que todo se hubiera acabado así, de repente, sin más explicaciones.

Ella intentaba recuperar de nuevo la sonrisa, la alegría en su vida, pero no lo conseguía. Quiso volver a la rutina de las noches de locura, bebía hasta que nada le importaba o fumaba hasta que su cabeza estaba en las nubes, donde ser feliz durante unas horas era mucho más sencillo. Le importaba poco en que cama acabaría esa noche, tampoco luchaba por evitar irse a casa sola, pues inevitablemente se la pasaba sin dejar de observarle, le miraba siempre, pensando en que era lo que había hecho para que él decidiera destrozarle la vida.

Y poco a poco esa se convirtió en su rutina, logrando dejar de verle con el paso de tiempo, aunque sin olvidar todo lo que le dolía aún. El alcohol y los porros eran sus alíados cada noche para ser capaz de sonreír sin problema, desconectar unas horas y disfrutar de sus amigos.
Al pasar un tiempo volvió a dormir en los brazos de cualquiera que le hiciera sonreír aunque fuera durante unas horas, y al día siguiente todo volvía a ser lo mismo de siempre.

Desde entonces nunca ha pensado en la posibilidad de volver a dejar entrar en su vida y entregar su confianza a nadie.
El miedo a que le vuelva a pasar es superior a cualquier cosa. Todo parecía tan real y sin embargo era tan falso, que acabó por completo con la esperanza de la joven de realmente encontrar a alguien que busque algo más que compartir una noche de lujuria.

Fue tal la decepción, que el miedo se apoderó de ella. No se ha vuelto a creer ni una sola palabra de ninguno de los que han pasado alguna noche con ella, y es que el miedo a que aquello le vuelva a pasar no le abandona.
Ahora mismo ve toda su vida como un interminable camino de noches de pasión desenfrenada, sin tener a nadie a quién abrazar el típico domingo lluvioso de resaca, peli y manta, sin nadie que se preocupe por ella cuando está enferma, sin nadie que se rompa la cabeza por sacarle una sonrisa cuando todo va mal, sin nadie que realmente la necesite en su vida para ser feliz.

Es triste, es muy triste ver como una sola persona puede destrozar la vida de otro sin apenas darle importancia.

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